martes, 17 de abril de 2012

Me cago en dios!!!.

Por Antonio Perdomo Rodríguez.

Hace semanas que vengo dándole vueltas en la cabeza a un artículo y sobre todo su título, en principio descartado por no ser políticamente correcto, pero, que diablos, me apetece ser irreverente. Por otro lado pensé que podía ser ofensivo para algunas personas entre ellas gente a la que aprecio, pero han sido las palabras de Bernardo Alvarez en declaraciones a el periódico el Día del  15.04.2012 las que me animaron a hacerlo y además a argumentarlo. Decía este terrorista de la palabra, este terrorista ideológico lo siguiente "Para mí todas las personas tienen el máximo de los respetos, aunque sea un terrorista. Ahora bien, los comportamientos de las personas y sus ideas son discutibles; todas las ideas no son respetables....".(seguidas de unas perlas a las personas homosexuales, las bisexuales nos escapamos, que no reproduzco por vagancia más que nada), Comparto absolutamente con Bernardo esta profunda y reflexiva afirmación (el entrecomillado nada más eh). Yo respeto a las personas creyentes pero discuto sus ideas y es más, gracias a Bernardo me he dado cuenta que puedo no respetar sus creencias ni sus ideas.

Es bien simple, hasta un religioso puede llegar a entenderlo; El creyente, que sería la persona, goza de mi respeto como persona humana, pero se comportan de manera curiosa, por ejemplo ponen flores a los pies de un poste de la luz con una estatua pegada encima, y lo sacan de paseo cantándole unas letanías, esto a mi personalmente, me resulta cuando menos curioso, bueno y creo no ser el único, pues cuando lo hacen se llena de público. Pero sigamos con el análisis, quienes son creyentes tienen la idea de que en su religión , la que se, existe un dios o varios dioses, según sean religiones monoteístas o politeístas. Pues bien estos dioses no son ni más ni menos que amigos imaginarios. Si, personas, seres o entes, y en ocasiones incluso han llegado a mutar y son mitad hombre mitad mono, no se extrañe nadie si en nada vemos a la vecina del quinto poniendo flores y rezando a los pies de un cyborg, pues como decía estos amigos, entes, seres, existen en el imaginario colectivo, y esa colectividad en si misma legitima su existencia que a un tiempo la alimenta, dándole el poder a aquel individuo, en raras ocasiones individuas (yo no se de ninguna) que tiene el don de conectar con este ser, este ente, esta deidad y ser su portavoz en la tierra, vamos el pastor de la manada.

Entonces, ¿vamos pillando la idea?, pues bien ahora de arriba hacia abajo, tenemos el amigo imaginario (digo amigo pues la mayoría son hombres, las diosas suelen estar de acompañantes en religiones politeistas, en las monoteístas las mujeres sólo sirven al dios), pues eso, que tenemos al dios, que ha elegido a su portavoz en la tierra, este a su vez monta una estructura piramidal jerarquizada, donde él ocupa el punto más alto y debajo de el toda la curia hasta llegar a los pastores. Imaginemos esta pirámide en cualquier otro negocio distinto de las religiones. Por ejemplo en Mc donald, igual de capitalista, y representada por un amigo imaginario "¿payaso?", pues si vamos al Mc donald y el cajero o cajera nos atiende mal, o es borde, o nos dan la hamburguesa con un dedo dentro, o simplemente el encargado o la encargada nos insulta, nos dice que nos respeta como homosexuales pero solo si vivimos como personas normales sin ejercer nuestra homosexualidad, bajo la normatividad que Mc donald pretende imponer, pero si por el contrario, si nos amamos,  nos sodomizamos y/o ejercemos nuestra homosexualidad ya no merecemos respeto. ¿Que hacemos entonces? pues depende de lo asertivas que seamos, obviemos la primera respuesta y vayamos a la segunda: pedimos una hoja de reclamaciones, que estará a nombre de Mc donald o quien lo haya franquiciado, el responsable al fin y al cabo; que en nuestro imaginario será el "payaso". ¿me voy explicando hasta aquí?

Bueno que pasa cuando un "jamergo" de estos, un manducho intermedio, o un gran jefe, un mequetrefe al fin, un chaman, o como se quieran denominar, que habla la palabra de su dios nos insulta y nos falta al respeto. AAAAHHHH claro!!!! es que se les olvidó lo de las hojas de reclamaciones. Pues nada, me vale cualquiera de las ideas anteriores para llegar a la misma conclusión, si el amigo imaginario es quien elige a sus representantes, como si son los representantes quienes eligen al amigo imaginario, yo ME CAGO EN EL AMIGO IMAGINARIO, y según Bernardo Alvarez no estoy faltando al respeto de las personas humanas creyentes en ese amigo imaginario, pues la mera idea de montar un negocio sin hojas de reclamaciones y/o sugerencia no es digna de respeto.

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